domingo, 21 de abril de 2013
De Juárez para el mundo: resuelven crímenes hidratando muertos
Chihuahua.- En la localidad fronteriza de Ciudad Juárez, se desarrolló una técnica que “regresa de la muerte” las pistas pérdidas de hechos violentos, mediante la hidratación de cadáveres descompuestos. El método fue perfeccionado por el odontólogo forense, Alejandro Hernández Cárdenas, y tiene el fin de resolver investigaciones criminalísticas.
Actualmente, Ciudad Juárez es la única entidad en el mundo con la patente para practicar la hidratación de tejidos, que permite recuperar los tejidos acartonados y momificados de los cuerpos con más de 10 años de muertos.
Esta técnica de rehidratación es parte fundamental para la identificación de cuerpos y el esclarecimiento de casos de alto impacto para la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), que, incluso, se exporta a países como Argentina, Chile, Bolivia, España y Estados Unidos, debido a la efectividad con que se recuperan los cadáveres.
Sin embargo, mientras se concluye el proceso de la patente, Ciudad Juárez, será la única sede en el mundo que puede desarrollar esta técnica.
Alejandro Hernández asegura que su fórmula es sencilla, pero que requiere de paciencia. Otros métodos similares se han desarrollado por un médico de Bolivia, pero “sus alcances sólo permiten cierta flexibilidad a los cuerpos momificados”, dice.
PROCEDIMIENTO PERFECCIONADO
Como si fuera una serie de ciencia ficción, el médico sumerge el cuerpo en un ataúd fabricado con mica plástica, donde es bañado por químicos y posteriormente se aplica la técnica que Hernández Cárdenas logró perfeccionar en nueve años.
En ese proceso, los cadáveres demacrados e irreconocibles recuperan sus características y en un periodo de 7 a 12 días recobran su forma física hasta en 90%, provocando que de inmediato resalten los lunares, poros, celulitis, tatuajes, el color de la piel y cicatrices, lo que hace más fácil la identificación de la víctima.
“En cuanto el tejido se rehidrata es más fácil para los investigadores saber de qué murió la víctima, porque las heridas salen a flote, señas particulares del cuerpo, se sabe de qué color era la piel, qué tipo de raza, sexo y todo lo que cuando están momificados no se sabe”.
“Además, se pueden tomar muestras de ADN y sobre todo las huellas digitales, las cuales después son cotejadas en diversas bases de datos del país y es como se identifica y entrega el cuerpo a sus familiares”, explica el médico Alejandro Hernández mientras muestra el método que, asegura, únicamente se practica en esta frontera.
SELECCIÓN DE LOS CUERPOS
Sin sentir la menor repulsión por los cuerpos momificados, calcinados o, incluso, putrefactos el odontólogo forense Alejandro Hernández realiza esta labor todos los días.
La selección de cuerpos la deciden los peritos investigadores con base al tiempo de cada cadáver. “Lo ideal es sacar los que tienen más de 10 años en las fosas comunes y que creen pueden ser piezas claves para resolver casos de alto impacto”, explica.
Después de proceder a rehidratarlos, sus huellas dactilares son analizadas, así como los rastros de violencia que presentan para determinar cómo y por qué fue ejecutada la víctima.
Tras recabar estos datos, buscan a los familiares y se les hace la oferta de entregar el cuerpo; sin embargo, por el tiempo y la desconfianza en las propias autoridades muchas veces nadie los reclama, por lo que son regresados a las fosas comunes.
“Esta técnica se tiene aplicando poco más de dos años aquí, en ese tiempo hemos logrado esclarecer por lo menos cuatro crímenes de alto impacto e identificado a más de 10 cadáveres, pero tristemente nadie los quiere. En algunos casos porque no encontramos a los familiares, ya sea porque no viven aquí o porque murieron, pues estos casos tienen más de 10 años”.
“En otras situaciones, las madres o esposas simplemente no quieren saber del tema y no quieren los cuerpos. Algunos los utilizamos para estudios y pruebas que seguimos haciendo, a otros los mandamos a las fosas comunes con todos los datos recabados del cuerpo, señas particulares, tatuajes, huellas digitales, por si después se requiere investigar”.
El médico deja en claro que los cuerpos permanecen en las fosas comunes un máximo de cinco años después de haber practicado este innovador proceso, para después ser incinerados, debido a que al final del día ya no le importan a nadie.
ENTÉRESE
Ésta técnica forense es única en el mundo y fue desarrollada por un científico mexicano.
La técnica de rehidratación se exporta a países como Argentina, Chile, Bolivia, España y EU, debido a la certeza con el que se recuperan los cadáveres.
Mientras se concluye el proceso de la patente, Ciudad Juárez será la única sede en el mundo que desarrolla el método.
Un proceso similar ha desarrollado un médico en Bolivia, pero sus alcances son menores.
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