En México nadie se queja. Vivimos con un miedo ancestral y no queremos levantar la voz por nada, por miedo a las represalias que los poderosos tras de un escritorio puedan tomar, aún cuando el puesto sea muy insignificante.
Pero, nunca nos percatamos de que con nuestros impuestos hacemos posible que una estructura completa de burocracia tenga recursos para su funcionamiento absoluto, tal es el caso del Instituto Federal Electoral, mismo que se hizo para que lo integraran y operaran "ciudadanos".
Pues el IFE nombra a personajes de diversas profesiones a hacerse cargo de sus representaciones estatales, tal fue el caso de Carlos Manuel Rodríguez Morales, quien desde septiembre de 2010 hizo lo propio en el estado.
No hubo gran diferencia entre su antecesor y él. Las cosas en el IFE no cambiaron nada. El servicio en vez de mejorar su calidad, empeoró.
Es decir, en cuanto a la atención directa con la ciudadanía, la calidad fue mermando y no hizo nada por mejorarlo.
Los módulos de atención (especialmente el ubicado en San Felipe, en la calle Antonio de Montes) son nada apropiados para atender dignamente a quienes acudimos a realizar un trámite. Olvídese de que queramos ser atendidos con lujos (como si fuéramos grandes personalidades), no simplemente de manera digna: que tuvieran dónde sentarse, no tener que hacer filas verdaderamente eternas bajo el inclemente sol o el intenso frío y, ya pidiendo lujos, pues de perdida que sonrían quienes atienden, para que recuerden que quienes vamos a los módulos del IFE somos seres humanos, no objetos desechables.
Se sorprenderá del maltrato que sufren adultos mayores y personas con discapacidad cuando llegan a este módulo.
Por una denuncia hecha a mi programa de televisión "Plan de Vuelo" el pasado 13 de agosto, recibimos fotografías del patético estado del módulo San Felipe del IFE: sillas multiusuario quebradas, una silla de oficina suelta que todos se pelean, una caja que sirve como bote de basura (ocasionalmente) y un trato despótico y sin afán de ayudar a quién se acerca.
Y con esa, llegó otra denuncia peor: ancianos y discapacitados tienen que aguantar el tiempo que indiquen los semidioses funcionarios, igual que todos: bajo el sol, la lluvia, el viento o el frío. Las imágenes lo dicen todo y las puede ver en: www.plandevuelo.tv
Es increíble que cuanto tenemos a estados y municipios con un política de atención más o menos estable en cuanto a adultos mayores y discapacitados se refiere, a nivel federal, y especialmente quienes tienen atención directa con la gente como es el IFE, no tengan una política de trato preferencial al adulto mayor. Y peor aún, no tienen interés en cambiar las instalaciones que rentan en la calle Antonio de Montes, mismas que tiene mucho espacio desperdiciado que podrían usar para adultos mayores y personas con discapacidad, en vez de tenerlo vacío.
El célebre Carlos Manuel Rodríguez Morales, durante el proceso electoral federal de 2012, al ser entrevistado por Juan Enrique López sobre la razón por la cual no cambian de instalaciones o rentan otras por el mismo rumbo, simplemente contestó que no hay presupuesto.
Un total de 11 mil 98 millones 800 mil pesos nos cuesta el IFE durante el presente año. De los cuales siete mil 277 millones de pesos son para los "gastos de operación", y de ahí se desprende una partida de 191.7 millones para infraestructura inmobiliaria. ¿Hemos tenido cabezas frente al IFE Chihuahua tan inútiles para gestionar recursos? ¿Que no podrá el nuevo, Alejandro Scherman Leaño, buscar otro inmueble más funcional? O quizás podrá decirnos a quién protege el IFE Chihuahua pagando la renta de esa inútil casa en San Felipe, ¿o que es muy difícil implementar un mejor trato a adultos mayores y discapacitados?
¿Tendrá Scherman el valor que le faltó a su antecesor?
ULTIMALETRA
Un saludo a las señoras Selma Tachiquín y Sandra Piña por su constante lectura.
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