martes, 5 de noviembre de 2013

México, casa de herreros.

Por: Aída María Holguín Baeza.

Dice un viejo y conocido refrán, que “en casa del herrero, cuchara de palo”.  Este dicho, vino a mi memoria luego de finalizar una de las semanas más incongruentes en la vida política de México.

Tan solo un par de días después de que en el Congreso de la Unión se concretara la aprobación de la Reforma Fiscal -que sin duda afectará negativamente en los bolsillos de los mexicanos-, en medios nacionales trascendió la noticia de que México condonaría el 70% de una deuda que Cuba tiene con nuestro país.

¡Así es! Mientras que a los mexicanos se nos imponen más pagos porque -a decir del actual gobierno de la república- se requiere más dinero para resolver algunas asignaturas pendientes, a los cubanos se les perdonará la nada despreciable cantidad de 341 millones de dólares.

De acuerdo a lo dicho por Luis Videgaray Caso, Secretario de Hacienda y Crédito Público “era importante lograr resolver esta situación --refiriéndose a la deuda--, que era un obstáculo para que fluyeran bien las cosas con el pueblo cubano.”

Al escuchar esta explicación del funcionario federal, simplemente me quedé sin palabras.  No porque no estuviera pensando una infinidad de cosas, ni porque no surgieran cuestionamientos respecto a lo que en una sola semana había sucedido en nuestro país.

Me quedé sin palabras, porque no encontraba la manera de expresar la impotencia de que en tan solo una semana, recibimos las noticias de la aprobación de la miscelánea fiscal, de que el endeudamiento público para 2014 llegará a los 6 billones de pesos, que la economía creció tan solo un 1% en el tercer trimestre del año, que el PIB tuvo un decremento en el mismo periodo, que llegó el 11vo. gasolinazo del año, que México le regalaría a cuba 341 millones de dólares, y para rematar… no pude evitar recordar los más de 3 mil millones de pesos que nuestro gobierno también le regaló a Televisa.

Ya ni la burla perdonan, fue de las primeras frases que pude expresar; y creo que es la frase que resume todo lo que muchos mexicanos pensamos luego de enterarnos de esos hechos tan incongruentes entre sí.

Resulta imposible tratar de encontrarle la razón de ser a tan absurdas decisiones; menos, cuando el gobierno de México dice que la condonación de la deuda con Cuba es para fortalecer las buenas relaciones con aquel país, pero olvidándose totalmente de cuidar las relaciones con sus propios ciudadanos.

Es importante decir, que no tengo nada en contra de los cubanos, ni en ayudar a los demás; sin embargo, para los mexicanos resulta difícil asimilar -y mucho menos aceptar- el hecho de que para el gobierno México sea más prioritario quedar bien en con otros (países o empresarios), que con el pueblo al que se deben.

Total que con todo lo sucedido, no queda duda de que al menos durante los próximos 5 años, los mexicanos tendremos que rascarnos con nuestras propias uñas (si no es que también gravan IVA por milímetro de uña).

Por lo pronto, ya sabemos que nuestro actual gobierno federal y muchos de nuestros “representantes” en el Congreso de la Unión, son “herreros”, y que en nuestra casa, los ciudadanos habremos de pagar por las “cucharas” de palo.

Concluyo en esta ocasión con lo dicho por el escritor, poeta y ensayista mexicano, José Emilio Pacheco: “La gente llega, vive, sufre y se muere. Vienen otros a ocupar su sitio, y la casa arruinada sigue viviendo.”   Falta ver cuánto tiempo más podrá seguir de pie nuestra casa (México) a la que están dejando en ruinas.

Correo: laecita@gmail.com
Artículos anteriores: laecita.wordpress.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Déjanos tu comentario