Catorce estados de la
República Mexicana se encuentran en etapa electoral; en el caso de Chihuahua,
se renovará el Congreso del Estado y los miembros de los Ayuntamientos de los
67 municipios que conforman el estado.
No es ajeno a nuestro
conocimiento, que muchos de los procesos enfrentan el riesgo de terminar en
elecciones de estado; es decir, que los gobiernos utilicen los recursos que
tienen a su disposición para manipular a la ciudadanía con el fin de obtener el
triunfo en las elecciones. Las
elecciones de estado son práctica común en los gobiernos del Partido
Revolucionario Institucional (PRI).
Lo que no es común, es lo que
está sucediendo en el estado más grande -territorialmente hablando- del país,
en donde se está presentando un proceso electoral que va más allá de una
elección de estado.
No se trata solo del uso de
todos los recursos con los que cuenta el Gobierno del Estado -que por cierto
son de todos los chihuahuenses-, sino del uso y abuso del poder del actual gobernador
César Duarte Jáquez.
Resulta que este personaje ha
colocado en entredicho la investidura gubernamental, cuestionando un posible
atropello traspasado a los límites de carácter legal, profesional, ético,
moral, político, partidista, etc. El
poder que ostenta, sumado con la egolatría que le caracteriza, lo ha llevado a
ser el Gobernador más autoritario en la historia de Chihuahua. Su forma de gobernar, no es otra cosa que la
de una dictadura.
Insuficiente sería este
espacio para hacer un recuento de todas y cada una de las muestras de
cacicazgo, autoritarismo y dictadura que el actual Gobernador de Chihuahua ha
dado; por lo que solo me enfocaré al proceso electoral de este 2013.
La primera muestra pública (mediática)
de los planes de César Duarte, lo llevó -con la ayuda de Miguel Jurado
Contreras- a querer comprar al Partido Acción Nacional (PAN), cosa que ni en
sus sueños podía suceder, por lo que Jurado Contreras, junto con algunos otros
disfrazados de “azul”, terminaron retirándose de las filas del PAN.
Posteriormente, haciendo uso
de sus “dotes”, impuso a todos y cada uno de los candidatos del PRI, imposición
que por cierto -y aunque lo nieguen-, molestó a muchos priístas de los “nuevos”
y de los “viejos”.
Después, comenzó a hacer sus
enjuagues con el resto de los partidos políticos en Chihuahua con el fin de ir
en alianza para el proceso electoral. Aunque el Partido de la Revolución
Democrática (PRD) fue el último en rendirse ante los “encantos” de César
Duarte, terminó cediendo. Muy probablemente
ante la probabilidad de perder el registro como partido político a nivel local.
El caso es, que la “venta” del
PRD local a César Duarte, terminó en la renuncia a ese organismo político, de
personajes que durante mucho tiempo representaron los verdaderos objetivos por
los que fue fundado.
Las elección en Chihuahua para
este 2013 se resumen de la siguiente manera: Es una elección de César Duarte,
en donde únicamente el PAN va solo, y el PRI va junto con los otros 5 partidos.
Con todo lo sucedido, Duarte
le ha dado la razón a López Obrador (AMLO), quien en su reciente visita a
Chihuahua -en el mes de abril-, lo dijo claramente: “César Duarte Jáquez es un
cacique que tiene el afán de controlarlo todo y ha cooptado a los partidospolíticos en Chihuahua.
Cabe recordar, que luego de
que el periodista César Camacho Coronado, pasara al aire una entrevista donde
AMLO hizo esa -y otras- declaraciones en contra de César Duarte, fue despedido
por “no convenir a los intereses de la empresa”.
Definitivamente, los abusos
que César Duarte no tienen nada contenta a la ciudadanía; muestra de eso, es la
manifestación pacífica denominada “Cien horas por la democracia y derechosciudadanos” que se llevó cabo hace apenas unos días frente al Palacio de
Gobierno, en el que un grupo de ciudadanos evidenciaron las prácticas
autoritarias de Duarte Jáquez.
Chihuahua no está en tiempo de
elecciones, está en tiempo de la dictadura de Daurte; por lo que no está de más
tener en cuenta lo que el galardonado con el Premio Nobel de Literatura,Octavio Paz, dijo alguna vez: “Toda dictadura, sea de un hombre o de un
partido, desemboca en las dos formas predilectas de la esquizofrenia: el
monólogo y el mausoleo.”
Aída María Holguín Baeza
Correo: laecita@gmail.com
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