Dolor, ausencia, impunidad e injusticia fue lo que los
integrantes del grupo Madres y Familiares Unidos por Nuestras Hijas de Ciudad
Juárez recordaron en este día, al pie de la Cruz de Clavos, que se ha
convertido en un grito mudo por la justicia y por la vida de las mujeres.
Hoy iniciaron la campaña de visibilización al rostro de mujeres desaparecidas y demandaron tipificar la desaparición de mujeres como delito dentro del Código Penal del Estado, e incorporar la desaparición de mujeres como un elemento agravante de los delitos de trata de personas, secuestro, sustracción ilegal de personas y Feminicidios.
"Un año más sin abrazar a mi hija", es el
grito de las madres de familia que integran el grupo Madres y Familiares Unidas
por Nuestras Hijas, misma leyenda que se podía leer en las pancartas rosas que portaban
estas mujeres lideradas por Norma Laguna y Olga Esparza, madres de Idalí Juache
Laguna de 19 años de edad y desaparecida el 23 de febrero del 2010 y Mónica
Janeth Alanís Esparza. Ello mientras que en Palacio de Gobierno se celebraba
una reunión de gabinete.
En el marco del Día de la Madre, organizaciones de
cinco ciudades de México y 18 países de América Latina y el Caribe, denunciaron
la falta de justicia para la localización de las mujeres desaparecidas y
emprendieron una campaña de visibilización al rostro de las mujeres
desaparecidas.
En el municipio de Chihuahua hay 39 reportes vigentes
de mujeres desaparecidas, 9 en lo que va del 2013 cuyas edades fluctúan entre
los 14 y 24 años, 7 en 2012, 6 en 2011 y 17 entre los años de 2006 a 2010, ello
de acuerdo a los reportes de la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres
Víctimas del Delito.
En Ciudad Juárez, de 1995 a 2013 se han registrado la
desaparición de 107 mujeres. Tan solo en el mes de abril de 2013 se recibieron
32 reportes de desaparición, es decir, una mujer desaparece por día. De estas,
26 fueron localizadas con vida y 6 aún continúan desaparecidas, tres de ellas
tienen 14 años, dos tienen 15 y una de 37 años de edad.
Al pie de la Cruz de Clavos, se apostaron mujeres y hombres
con pancartas en las que se podía leer: “La violencia NO tiene madre! Las
víctimas de Feminicidio SI!” Algunos portaban mantas rosas con los nombres y
fotos de las mujeres desaparecidas, otras portaban camisetas con la foto
impresa de sus hijas desaparecidas o sombreros de “Ni una más”.
Las organizaciones sociales exigieron acciones
eficaces en la investigación de las desapariciones para dar con los
responsables. A petición de las madres se realizarán las pesquisas de 14
mujeres.
Norma Laguna Cabral
madre de Idalí Juache se encuentra en proceso de recibir la segunda
opinión del Equipo Argentino de Antropología Forense, para conocer si los
restos localizados pertenecen a su hija.
Norma leyó los nombres de Silvia Arce, Claudia Antonia
Núñez Gómez, Cinthia Jocabeth Castañeda Alvarado, María Guadalupe Pérez Montes,
Mónica Janeth Alanís Esparza, Griselda Murua López, Idalí Juache Laguna, Diana
Rocío Ramírez Hernández, María de la Luz Hernández Cardona, Janeth Paola Soto
Betancourth, Grisel Paola Ventura Rosas, Nancy Ivette Navarro Muñoz, Jocelyn
Calderón Reyes y Mónica Liliana Delgado Castillo.
“La ausencia de nuestra hija este día para nosotros es
difícil, es triste como madres, pero esta es una campaña de visibilidad al
rostro de nuestras hijas”, afirmó la señora Olga Esparza, madre de Mónica Janeth
Alanís Esparza, hace
cuatro años desapareció después de salir de su salón de clases en el Instituto
de Ciencias Sociales y Administración (ICSA), ella iría a hacer tarea con una
amiga, desde entonces no saben nada de ella.
Olga Esparza señaló que las exigencias son Tipificar
el delito de desaparición de mujeres en el código penal del estado de Chihuahua
e incorporar la desaparición de mujeres como un elemento agravante de los
delitos de trata de personas, secuestro, sustracción ilegal de personas y Feminicidio.
Generar una campaña de prevención de la desaparición
de mujeres que contenga acciones de formación y capacitación, acciones de
disipación en las zonas de riesgo para las mujeres, acciones de investigación
de los indicios o zonas de riesgo para las mujeres de manera continua, así como
fomentar la participación ciudadana al incorporarse en la elaboración de
propuestas que lleven a solucionar esta problemática y garantizar a las mujeres
una vida libre de violencia.
Integrar un equipo multidisciplinario en la
investigación de los casos de las mujeres desaparecidas, donde se integre a los
peritos internacionales que han intervenido en la revisión e investigación del
caso Campo Algodonero como cumplimiento de la Sentencia emitida por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.
Así como brindar un informe público a la ciudadanía
chihuahuense del cumplimiento de las recomendaciones emitidas por el Comité para
la eliminación de la discriminación contra la mujer (CEDAW) en su 52° Sesión
donde integra preocupaciones, exhortos y recomendaciones ante los hechos de las
desapariciones de mujeres y feminicidios.
A nivel nacional se busca impulsar la campaña de visibilización
de los rostros de las mujeres desaparecidas en cada entidad federativa, ya que
Olga afirmó que esto puede coadyuvar en su localización.
Incorporar en el Código Penal Federal el delito de la
desaparición de mujeres y la desaparición involuntaria, así como integrarla
como un elemento agravante de la comisión de otros delitos como trata de
personas, sustracción ilegal de personas, secuestros y Feminicidios.
Desarrollar una campaña nacional para recabar los
perfiles genéticos de las madres y familiares de mujeres desaparecidas que
pueda cotejarse con los perfiles genéticos de las Femeninas No Identificadas
localizadas sin vida y que se encuentran bajo el resguardo de cada entidad
federativa y esto llevé a la identificación de las mujeres que aún permanecen
desconocidas.
Agilizar las colaboraciones entre las entidades
federativas para la investigación de los casos de desaparición de mujeres y
feminicidios, la cual puede realizarse a través de la Fiscalía Especializada en
Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA) de la
PGR.
Que la Procuraduría General de la República sostenga y
de seguimiento a las mesas de revisión de expedientes en el estado de Chihuahua
sobre los casos de mujeres desaparecidas.
Al terminar de leer las exigencias, Norma y Olga
colocaron una ofrenda floral en la Cruz que simboliza su dolor y el dolor de
tantas madres de familia que no saben el paradero de sus hijas. De la misma
manera encendieron dos veladoras en recuerdo de las ausentes.
Posteriormente cruzaron de la Plaza Hidalgo donde se
ubica la Cruz de Clavos hasta el Palacio de Gobierno, justo donde Marisela
Escobedo cayó abatida por las balas al exigir justicia para el asesinato de su
hija Rubí, en la placa se colocó otra ofrenda floral, por unos minutos permanecieron en silencio,
para regresar a la Cruz de Clavos para repartirse las pesquisas que fueron
colocadas en puntos estratégicos del centro de la ciudad.
Al lugar, llegó un empleado de la Fiscalía exigiéndoles
las pesquisas, pero las madres no quisieron dárselas, pues es el trabajo que
debieron de haber realizado durante estos años.