miércoles, 14 de agosto de 2013

De opiniones y esas cosas

Desde Rodney King en 1991 los casos de abuso policial que se exhiben a través de videos, han causado, con mucha razón, el rechazo general de la sociedad. 



El ver a un chileno siendo golpeado por cinco policías en este febrero, a un ciudadano que grababa una detención ser detenido también por “obstruir la labor policíaca” en Guadalajara, a una mujer ser pateada en Ciudad Juárez por una policía que luego dijo “no la estoy golpeando” y más recientemente a un ciudadano ser prácticamente “cacheteado” por policías municipales de Chihuahua, despierta la más férrea defensa de los oprimidos, sobre todo cuando esos videos representan únicamente una casualidad: que alguien estuviera grabando en el momento preciso, circunstancia de la que no todos quienes son abusados pueden gozar.
El problema mayor es precisamente lo que no se ve, pero se sabe, lo que no se consigna, pero se acepta como un problema inherente a las corporaciones policiacas, de otra manera no podría entenderse las declaraciones del alcalde Marco Adán Quezada, ayer ante el caso más reciente “en cualquier organización se presentan este tipo de problemas".

Para quienes vimos el video sólo puede suponerse que el hombre que aparece en un centro comercial, no merecía ser golpeado, dado que parece más una demostración de poder que el reflejo de un enojo y mucho menos un “castigo” por un delito o una falta.  Pero como bien dijo el alcalde “el policía tiene el deber de ser honesto de servir y proteger a los ciudadanos no de golpearlos”, aunque reconoció la facultad que tiene de “hacer uso de la fuerza pública en circunstancias que así lo ameriten”. 

El problema entonces es hacérselos saber a los integrantes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal en este caso en particular, y a todas las corporaciones en general, ya que ninguna se sustrae de presentar un caso similar.

Desde ayer mismo se conoció que los dos policías están suspendidos y con vistas al Ministerio Público para deslindar responsabilidades y de ser necesario, llegar hasta el cese definitivo, lo que no ha pasado en otros casos en los que, por no estar evidenciado en video, los policías siguen en su puesto a pesar de que las corporaciones policíacas son las que concentran más quejas ante los organismos de Derechos Humanos, por golpes, detención arbitraria y abuso en general.

Destaca que en es este como en otros casos, la tecnología ha ayudado a lograr un castigo para quien mal obra, de no haber existido ese video, tomado de la cámara de vigilancia de un centro comercial, nadie habría sabido nada ni mucho menos los dos agentes estarían en un proceso al menos administrativo. Los videos no sólo sirven como un medio para dar a conocer a la opinión pública sucesos como estos, que además logran el repudio general, sino que en muchos casos se han convertido en la única herramienta para que haya justicia. 

Lo difícil es andar con una cámara día y noche para captar los abusos, que seguramente se cometen a diario por parte de quienes deberían preservar el orden, de cualesquiera corporaciones, porque sólo así al parecer, es como se hace algo al respecto, aunque para el alcalde la mejor forma de prevenir que se cometan es aplicando las sanciones necesarias, lo que no necesariamente es así. Lo que hace falta es una verdadera consciencia del servicio público, que no se refuerza con cursos ni con premios, sino con educación desde la familia, buenas condiciones laborales y una muy buena dosis de compromiso social.

Pero esta es mi opinión, usted puede compartir la suya aquí mismo.

Flora Isela Chacón








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