Desde Rodney King en 1991 los casos de abuso policial que se exhiben a través de videos, han
causado, con mucha razón, el rechazo general de la sociedad.
El ver a un
chileno siendo golpeado por cinco policías en este febrero, a un ciudadano que
grababa una detención ser detenido también por “obstruir la labor policíaca” en
Guadalajara, a una mujer ser pateada en Ciudad Juárez por una policía que luego
dijo “no la estoy golpeando” y más recientemente a un ciudadano ser prácticamente
“cacheteado” por policías municipales de Chihuahua, despierta la más férrea defensa
de los oprimidos, sobre todo cuando esos videos representan únicamente una
casualidad: que alguien estuviera grabando en el momento preciso, circunstancia
de la que no todos quienes son abusados pueden gozar.
Para quienes
vimos el video sólo puede suponerse que el hombre que aparece en un centro
comercial, no merecía ser golpeado, dado que parece más una demostración de
poder que el reflejo de un enojo y mucho menos un “castigo” por un delito o una
falta. Pero como bien dijo el alcalde “el
policía tiene el deber de ser honesto de servir y proteger a los ciudadanos no
de golpearlos”, aunque reconoció la facultad que tiene de “hacer uso de la
fuerza pública en circunstancias que así lo ameriten”.
El problema entonces es hacérselos saber a los integrantes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal en este caso en particular, y a todas las corporaciones en general, ya que ninguna se sustrae de presentar un caso similar.
El problema entonces es hacérselos saber a los integrantes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal en este caso en particular, y a todas las corporaciones en general, ya que ninguna se sustrae de presentar un caso similar.
Desde ayer
mismo se conoció que los dos policías están suspendidos y con vistas al
Ministerio Público para deslindar responsabilidades y de ser necesario, llegar
hasta el cese definitivo, lo que no ha pasado en otros casos en los que, por no
estar evidenciado en video, los policías siguen en su puesto a pesar de que las
corporaciones policíacas son las que concentran más quejas ante los organismos
de Derechos Humanos, por golpes, detención arbitraria y abuso en general.
Destaca que
en es este como en otros casos, la tecnología ha ayudado a lograr un castigo
para quien mal obra, de no haber existido ese video, tomado de la cámara de
vigilancia de un centro comercial, nadie habría sabido nada ni mucho menos los
dos agentes estarían en un proceso al menos administrativo. Los videos no sólo
sirven como un medio para dar a conocer a la opinión pública sucesos como
estos, que además logran el repudio general, sino que en muchos casos se han
convertido en la única herramienta para que haya justicia.
Lo difícil es andar
con una cámara día y noche para captar los abusos, que seguramente se cometen a
diario por parte de quienes deberían preservar el orden, de cualesquiera corporaciones, porque sólo así al
parecer, es como se hace algo al respecto, aunque para el alcalde la mejor
forma de prevenir que se cometan es aplicando las sanciones necesarias, lo que
no necesariamente es así. Lo que hace falta es una verdadera consciencia del servicio público, que no se refuerza con cursos ni con premios, sino con educación desde la familia, buenas condiciones laborales y una muy buena dosis de compromiso social.
Pero esta es
mi opinión, usted puede compartir la suya aquí mismo.
Flora Isela Chacón
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