lunes, 26 de agosto de 2013

Truenan usuarios contra el Vivebus; los someten con balas y gases



Ciudadanos hartos bloquearon el primer cuadro de la ciudad
“Que nos dé la cara César Duarte, así como cuando fue a pedirnos el voto, queremos las rutas de camiones”, gritaban los ciudadanos inconformes con el servicio del ViveBús, quienes cerraron las principales calles de la ciudad para manifestar su rechazo y exigir que las rutas en las colonias volvieran a la normalidad. 

Los manifestantes fueron amedrentados entre empujones, golpes y disparos de salva y gas, lo que dejó un saldo de 13 personas detenidas, entre ellas un menor de edad que portaba su uniforme escolar.

Los ciudadanos decidieron manifestarse debido a que algunos se quedaron sin llegar al trabajo al no funcionar las rutas alimentadoras, otros por llegar tarde perdieron su día de trabajo y otros más tuvieron que caminar para llegar hasta la ruta troncal.

Caro les costó pretender exigir sus derechos, la orden era desalojarlos a como diera lugar y liberar las calles para que los automovilistas pudieran circular, para ello desplegaron a los grupos especiales de las fuerzas armadas, quienes amagaron, golpearon, arrastraron, dispararon y hasta jalaron de los pelos a los “incómodos” para el Gobierno.


Los ciudadanos se acostaron en el pavimento y se sentaron con tal de no ser desalojados por los grupos especiales de la fuerza pública, pero la represión fue total, avanzaron sin piedad e incluso lastimaron a una joven con 6 meses de gestación; mientras que Cristina Gaytán, otra de las manifestantes, fue amenazada por una de las agentes ministeriales quien le dijo: “No te la vas a acabar, te vamos a matar”. Cristina es madre soltera y por horas esperó la ruta alimentadora.

MALESTAR DE LOS CIUDADANOS POR LA INEFICIENCIA
Los problemas con el ViveBús iniciaron en la Terminal Sur, donde ciudadanos, entre ellos personas discapacitadas, no dejaban salir los camiones debido a que tenían horas de retraso; durante varios minutos exigían un transporte eficiente, sin embargo eso no valió para la autoridad que a la fuerza calmaron los ánimos de la gente que se encontraba amontonada en la terminal porque no se cumplió con el horario de salida.

No paso ni media hora cuando se generó la segunda reyerta en la avenida Juárez y Ocampo, donde los ciudadanos decidieron cerrarle el paso a las unidades del ViveBús. Los ciudadanos, la mayoría mujeres y madres de familia, señalaron que sus hijos no pudieron llegar a la escuela y a su trabajo porque esperaron por más de dos horas a que una de las rutas alimentadora pasara.

Lo mismo estaban empleados, estudiantes y profesionistas de diversas colonias de la ciudad, todos unidos para defender sus derechos contra la imposición del Gobierno, “sólo pedimos que nos dejen las rutas normales para poder llegar a tiempo a nuestras ocupaciones”.
"No somos unos delicuentes"

“Fuera el ViveBús, fuera el ViveBús”, eran los gritos que lanzaban los ciudadanos quienes bloquearon las calles para evitar el paso, al ver que se desviaban por la calle Sexta, se movilizaron corriendo hacia la avenida Niños Héroes y Sexta, donde las mujeres y hombres por igual se atravesaron en la calle, “no pudimos ir a trabajar y ahorita nos van a correr mientras que el pelón está muy a gusto”.

La señora Luz Zamora, de la colonia Punta Oriente, era una de las más enojadas, sus hijos no alcanzaron el camión para ir a trabajar, otros tuvieron que tomar un taxi, pero eso representa un gasto importante, “no es justo lo que nos están haciendo, mientras nosotros estamos batallando, él está escondido como las gallinas”.
Fuerzas armadas listos para la represión
Otro de los manifestantes de nombre José Medina, de la colonia Rosario, manifestó que todos estaban inconformes porque se ahorraron 12 pesos de camión, pero perdieron un día de trabajo.

Ramón Payán era otro de los inconformes, él es trabajador de la construcción, vive en la colonia Rosario y la ruta nunca pasó, por lo que tuvo que esperar y en última instancia caminar, al llegar tarde a su trabajo no sólo perdió el día sino que lo descansaron 3 días, “queremos la ruta igual, no podemos perder más días de trabajo”.

Jaime García Chávez
Luis Enrique López, de la colonia Unidad Proletaria, manifestó que durante más de una hora esperó la ruta, pero nunca llegó, por lo que se vio en la necesidad de caminar hasta la zona Centro, “no nos oponemos, pero queremos que meta las rutas que estaban en las colonias”, a cuyo reclamo se unió doña Julia Alonso, quien vive en Sol de Oriente y su hijo Felipe, que padece pie diabético, tuvo que caminar hasta la zona del Ortiz Mena para llegar a su trabajo porque las rutas alimentadoras en la zona donde vive no funcionaron.

Hasta la avenida Niños Héroes y Sexta llegaron las autoridades de transporte y agentes ministeriales, quienes abrieron el paso para que pudieran circular los camiones y reincorporarse a la avenida Niños Héroes, a la altura de la tienda Coppel. No se quedaron conformes y los ciudadanos siguieron avanzando hacia la Independencia, luego hacia la Venustiano Carranza donde incluso un chico ajeno a la manifestación le lanzó una piedra a una unidad de la Policía Estatal.

Los ciudadanos llegaron hasta la avenida Juárez y 11ª, donde estrangularon el tráfico, su intención era ser escuchados y que Gobierno diera una solución al funcionamiento de rutas alimentadoras.

Primero taparon el paso de las unidades T009, la cual lograron sacar con apoyo de los ministeriales de reversa; pero la T025 de matrícula 1EP875 y T 002 de matrícula 1ER098 se quedaron atrapadas entre la multitud. Algunos de los ciudadanos se sentaron frente a los camiones, unos más hasta se acostaron para impedir que fueran movilizados.

LA GRESA: balas de salva y gas pimienta

Jaloneos, golpes y balas de salva
Los grupos de antimotines de la Policía Estatal y Municipal, apoyados por los agentes de Vialidad y Ministeriales, se aprestaron para rodear a los ciudadanos, la orden era quitarlos de en medio para liberar las vialidades. Empuñando armas largas realizaron disparos al aire y directo contra los ciudadanos, eran balas de salva, así mismo lanzaron gas pimienta. Pasaban las 11:00 horas, a los ciudadanos se habían adherido otras personas, entre ellas la lideresa priista Virginia Márquez, quien hace unas semanas había amenazado con suicidarse luego de que su hermana fuera atrapada in fraganti vendiendo las despensas de Chihuahua Vive; así mismo otros ciudadanos exigían sus derechos.
César Suárez

Los grupos policiacos iniciaron su formación en la avenida Aldama, luego se desplegaron por Palacio de Gobierno hasta llegar a la avenida Juárez y 11ª, donde hicieron formación para rodear a los manifestantes, a quienes replegaron hasta lograr la liberación de la unidad T025. Ello causó el enojó de los manifestantes que pretendían impedir el paso de las unidades, luego liberaron el paso a una segunda unidad.

Julio César Enríquez
 Fue así que empezaron los golpes, los ciudadanos encaraban a los policías diciéndoles que no eran delincuentes que sólo eran trabajadores. El primer detenido fue un menor de edad, de nombre César Suárez, quien portaba su uniforme escolar, pantalón azul y camisa tipo polo color blanco. Lo golpearon en las costillas, arrastraron y sometieron entre 5 agentes, quienes lo costalearon en el suelo para después llevárselo.

 El segundo detenido fue Julio César Enríquez a quien también golpearon y sometieron, al subirlo a una unidad lo golpearon de nuevo; el tercer detenido fue Fernando Reyes Valdez, estudiante del Instituto Educacional Niños Héroes, quien previamente había estado diciendo que desde las 7:30 horas estuvo esperando el camión en la colonia Chihuahua 2000, por fin cuando uno lo levantó se tuvo que ir la puerta porque iban a reventar, incluso ofreció su tarjeta preferente de estudiante a 5 pesos. Estaba sumamente golpeado y no le permitieron hablar, pues cuando quiso hacerlo le tiraron de los cabellos.
Fernando Reyes Valdez

La formación de los antimotines estaba dispuesta a no romperse y avanzar en contra de quien fuera, por lo que con fuerza golpeaban sus escudos. Los ciudadanos respondieron tirándose al suelo. “Ustedes son pueblo, son jodidos como nosotros, no repriman al pueblo, queremos los mismos autobuses”, gritaban los ciudadanos mientras se sentaban sobre la avenida Juárez.

“Cada tarjeta vale 20 pesos, cuánto se está chingando ese ratero de ahí enfrente”, decía uno de los manifestantes refiriéndose a César Duarte.
Gritaban que estaban hartos de tanto abuso, “no estamos atentando en contra de nadie, sólo estamos exigiendo nuestros derechos”.

Los antimotines avanzaron y lograron abrir la calle 11ª y Juárez para desfogar el tráfico, pero sólo duró poco tiempo, empezaron a detener a quien se les dio la gana, incluso a 3 de los muchachos que pertenecen al movimiento Yo Soy 132, quienes pasaban por el lugar para documentar los hechos, ello tras haber dado una rueda de prensa para explicar los hechos del pasado viernes 23 de agosto cuando se les acusó de lanzar piedras contra los policías.

Gerardo Díaz, Joaquín Ang, Aarón Ontiveros, fueron detenidos con brutalidad, una de las señoras trató de defenderlos pero también recibió golpes. Los subieron a las unidades blindadas. La detención fue arbitraria, muchos de los muchachos sólo iban pasando por el lugar.

En total fueron 13 los detenidos: Fernando Reyes Valdez, Julio César Enríquez, Gerardo Díaz, Joaquín Ang, Aarón Ontiveros, Gerardo Asejia, Ricardo de la Rosa, Alejandro García, Carlos Villalobos, Luis Jair Hernández Flores, Daniel Villa Mendoza, Raúl Rivera Payán y otro joven menor de edad de nombre César Suárez.

La gente indignada les gritaba: “Se los van a tragar los sicarios culeros”.
Poco a poco los agentes fueron abriendo las calles, hasta que los ciudadanos se reunieron en la Plaza Hidalgo, donde eran custodiados por los antimotines estatales que esperaban cualquier mínima oportunidad para lanzar el gas pimienta y reprimir a la ciudadanía.
No se lograron acuerdos, mucho menos soluciones, pero la ciudadanía dijo que seguirá luchando.


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