martes, 17 de septiembre de 2013

El Grito de “Independencia".

Foto: Gastón Saldaña
Por: Aída María Holguín Baeza.

Hace 203 años México fue proclamado como país libre.  Desde entonces, y al igual que todos los países que en algún momento se han librado de ser “propiedad” de otro país, cada año se conmemora y celebra tan importante y “liberador” acontecimiento. 

En México, el “Grito de Independencia” -en teoría- tiene la finalidad de gritar a los cuatro vientos que somos libres, además de recordar a todos los héroes que -también en teoría-  pensaron que nos hicieron libres y soberanos.

En el acto conmemorativo, invariablemente los gobernantes gritarán lo siguiente: “Mexicanos: ¡Vivan los héroes que nos dieron patria!, ¡Viva Hidalgo!, ¡Viva Morelos!, ¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez!, ¡Viva Allende!, ¡Vivan Aldama y Matamoros!, ¡Viva la independencia nacional!, ¡Viva México!, ¡Viva México!, ¡Viva México!”.   Ya dependiendo del gobierno en turno, de alguna fecha especial, o de lo efusivo que ande cada gobernante, podrían escucharse “vivas” adicionales.

Lo más “curioso” de todo, es que hay gobernantes que no tienen la menor idea de quiénes fueron los personajes que están mencionando; a algunos otros, ni siquiera podríamos considerarlos mexicanos, salvo porque nacieron en suelo mexicano.

Por otro lado, resulta totalmente ofensivo e incongruente, que muchos de los que gritan desde un balcón que somos libres y soberanos, sean precisamente los que obstaculizan que eso suceda. 

Una cosa es que hayamos sido liberados de los españoles, y otra cosa -muy distinta- es que los ciudadanos no hayamos -ni estemos- sufriendo “invasiones” por parte de nuestros gobernantes.  Por eso -tal y como lo expresé en un artículo hace 3 años-, no es posible festejar algo que aún no ha sucedido del todo; o acaso ¿ya no hay opresión?, ¿somos realmente libres y soberanos?, ¿ya no hay gobiernos dictatoriales?, ¿nuestros derechos no se quebrantan?, ¿hay verdadera libertad de expresión?, ¿todos somos iguales?, ¿no hay injusticia?, ¿no hay impunidad?, etc, etc, etc.

Detallar el por qué cada una de las respuestas a las preguntas aún son negativas, resultaría muy extenso; sin embargo, no es difícil darnos cuenta de quiénes han sido los únicos privilegiados que han gozado de total libertad y soberanía -haciendo libremente lo que les de su soberana gana hacer con los mexicanos-.   (La respuesta usted la sabe, no es necesario que yo lo diga).

Ahora, si hablamos particularmente de Chihuahua, ni un solo cuestionamiento expuesto líneas arriba tendría una respuesta afirmativa, y eso lo sabemos los chihuahuenses “de a pie”.

Al igual que la gran mayoría de los mexicanos, amo a México y amo a Chihuahua; pero más allá de eso, les soy leal en pensamiento, palabra y acción.  Por eso, ni aunque viniera JuanGa fui al Grito de Independencia. Porque no se es más -ni mejor- mexicano por ir a escuchar a un gobernante gritando incongruencias, mucho menos tratándose de César Duarte, quien desde que asumió la gubernatura se ha comportado como todo un emperador.   Controlador y abusivo del poder como no ha sido ningún otro gobernador de Chihuahua-ni siquiera Patricio Martínez-.

Ser mexicano, no consiste solo en gritar a los cuatro vientos “Viva México” ni “Viva la Libertad”; tampoco en lanzar juegos artificiales para “emocionar” a los asistentes. Tampoco en mandar construir un mega balcón para que te vean mejor cuando gritas, tampoco en mandar a hacer una nueva campana; y mucho menos, en amenizar con costosos artistas -aunque se trate de Juan Gabriel-.

Ciertamente, la conmemoración de nuestra Independencia (de España); debiera ser motivo de festejo cívico; desafortunadamente, se ha ido convirtiendo en un “show” para que se luzcan los gobernantes, en un acontecimiento comercial, en medida populista -e incluso partidista-, además de dejar muy claro que para nuestros gobernantes hay ciudadanos de primera y de segunda. 

No es difícil corroborar lo anterior, ya que es bien sabido que el interior de los Palacios de Gobierno se convierten en un lugar para los privilegiados; es decir, para los invitados “VIP”, mismos que mientras que el pueblo permanece de pie y al intemperie, disfrutan de los “privilegios” de estar “bien parados” con el mandatario federal, estatal y/o municipal.

Millones de mexicanos no fuimos al grito; y no por eso dejamos de ser mexicanos, ni somos traidores a la patria; traidores a la patria hay muchos que incluso se han atrevido a ondear nuestra bandera mientras gritan desde un balcón: “Viva México” y “Viva la Libertad”.  Mientras que eso último sucedía, yo escribía estas líneas que no son otra cosa más que mi muy particular forma de “gritar” que ¡SOY MEXICANA!, que ¡VIVA MÉXICO!, y que ¡MUERA EL MAL GOBIERNO!

Porque ser mexicano va mucho más allá de ir al “circo” que se ha hecho de la conmemoración de la independencia; ser mexicano, es demostrar con hechos -y no solo con voz alzada- nuestro amor, lealtad y fidelidad a México.  Ser mexicano, es rechazar -por todos los medios- toda acción deshonesta y abusiva de nuestros gobernantes; porque de lo contrario, se es parte de ello.

Concluyo con una reflexión del poeta, escritor y ensayista mexicano, Octavio Paz: “¡Pobres mexicanos! Que cada 15 de Septiembre gritan por un espacio de una hora, quizá para callar el resto del año.”

Correo: laecita@gmail.com
Artículos anteriores: laecita.wordpress.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Déjanos tu comentario