lunes, 23 de diciembre de 2013

Por su trayectoria en defensa de mujeres, la juarense Imelda Marrufo recibirá el premio Ana Klein

Imelda creció en una colonia popular de Ciudad Juárez. Las condiciones  en las que crecían y se desarrollaban los niños y jóvenes de su comunidad, la llevaron a participar en la organización ciudadana en la colonia y su escuela.


Pronto, se sumó a su lucha, la de los  homicidios contra mujeres de su misma edad, cuyos cuerpos comenzaron a aparecer en diferentes colonias periféricas.

Durante 20 años, ha acompañado a madres de mujeres asesinadas y/o desaparecidas en Ciudad Juárez, es cofundadora de la Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez, y el año entrante recibirá por su trayectoria, el Premio de Mujeres Ana Klein en su tercera edición, que otorga la fundación Henrich Böll, por la libertad y defensa de las mujeres activistas defensoras.

Imelda Marrufo fue propuesta por una de las oficinas de la fundación como candidata y el jurado la eligió a ella.

“Yo he vivido y viví muchos años en colonias populares, en un contexto de situación de rezago, falta de escuela, servicios públicos. No había espacios para educar, ni para bibliotecas, pero sí mucha   inseguridad y alto consumo de droga”, contextualiza.

La preocupación de Imelda Marrufo y compañeras de escuela, era la salud de la población, porque las enfermedades derivadas de la época de calor, por ejemplo, golpeaba fuerte a la comunidad y se involucró en campañas de prevención.

“Después trabajé con un grupo de jóvenes como activista en la sociedad, siempre con conciencia más crítica. Estudié en la preparatoria Altavista, ahí me formé con una postura crítica, participativa, para el apoyo de la comunidad”, recuerda Imelda.


Durante varios años, trabajó en colonias populares de Juárez, en la prevención de enfermedades, principalmente, al tiempo que atendía una biblioteca enclavada en un cerro de la periferia de esa frontera. Ahí hacían campañas de recolección de libros.

En su adolescencia, junto a los problemas de falta de prevención de adicciones y otras enfermedades, la situación de violencia contra la mujer llegó a sus etapas más críticas y comenzó a ver cómo mujeres de su misma edad, eran asesinadas y sus cuerpos abandonados en colonias periféricas.

Imelda Marrufo estudió la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y ahí conformó un grupo de estudiantes al servicio de la comunidad.

“De joven me tocó ver violencia en medios, cómo las asesinaba, tenían mi misma edad, nos agrupamos con compañeras para tomar medidas de precaución, como tomar los camiones juntas para nunca ir solas y protegernos entre nosotras”, recuerda.

Luego se vinculó con grupos de mujeres para desarrollar programas de prevención y violencia, principalmente dirigidos a mujeres jóvenes: “me centré en ese tema y en ese sector”.

Juárez se transformó en poco tiempo, relata. “Había participación importante de jóvenes y mujeres, pero también había colonias deterioradas por la violencia de chavos de aquel tiempo, que ejercían contra las mujeres colocándolas como objetos sexuales. Yo miraba eso y poco a poco comencé a participar en grupos, me vinculé con grupos a nivel nacional”.

En 1999 participó en cinco redes juveniles nacionales para trabajar en temas de prevención,  fue consejera del Instituto Mexicano de la Juventud en el año 2000, sus principales maestras fueron las activistas Irma Campos, Esther Chávez Cano, entre otras. Imelda era la más joven del grupo.

“Te puedo decir que si bien es cierto que nosotros mismas hemos denunciado la continuidad en la entidad, lo hemos hecho a pesar de esta violencia generalizada, y donde parecía que ya no pasaba nada en este tema de guerra contra las drogas y se trataba de invisibilizar”, comenta con orgullo del grupo de mujeres juarenses y chihuahuenses que han hecho frente al femnicidio.

Imelda Marrufo le apuesta a la organización social, a construir una sociedad crítica para abatir los rezagos y el dolor de su sociedad, pero siempre desde la propuesta.

“Continúa la situación de femnicidios porque es una situación estructural y de de impunidad, pero se han fortalecido los grupos de mujeres chavas y de mujeres que son maestras. Se han generado esos espacios, cuando hay que estar en las calles estamos y cuando hay que sentarse con las autoridades, estamos”, explica.

Ella trabaja ahora en la Red Mesa de Mujeres de Juárez, que se ha especializado en la documentación de casos de homicidios y desapariciones de mujeres la documentación de casos de feminicidio.

“No nos pueden refutar la información porque la estamos monitoreando día a día a día, seguimos criterios de la doctora Julia Monárrez, del Colegio de la Frontera Norte, que construyó una tipología de feminicidios en fase de motivos y móviles”.

Explica que es complicado clasificar los homicidios contra mujeres a partir de la guerra contra el narcográfico, por lo que trabajan para lograrlo, a través de la información estadística con la que cuentan, con casos en los que coadyuvan, para establecer un diagnóstico sobre lo que sucede en el estado de Chihuahua respecto de las mujeres.

Imelda Marrufo recibirá el premio el próximo 7 de marzo en Berlín, Alemania, por su trayectoria en la defensa de los derechos de las mujeres.


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