sábado, 25 de enero de 2014

Las mujeres de Michoacán, Guerrero y Chihuahua corren mayor riesgo de violaciones por guerra: ONG


Ciudad de México.- Una mujer en Michoacán, Guerrero o Chihuahua, tiene más posibilidades de ser violada en México, porque está a merced de la militarización y de los grupos del crimen organizado que se las reparten como un “botín”, acusó María de la Luz Estrada Mendoza, coordinadora del área de Violencia y Derechos Humanos de la organización Católicas por el Derecho a Decidir.

“En México hay un subregistro de las cifras. De acuerdo con el Sistema de Seguridad Pública del país, en 2010 alrededor de 15 mil mujeres denunciaron una violación y según la última información que hay, de 2012, en la mitad del país se denunciaron seis mil 132 violaciones. Pero de acuerdo a los estudios que existen, en México estas cifras se pueden triplicar porque hay un porcentaje muy elevado de mujeres que no denuncia”, dijo.

Pero en zonas de conflicto la situación es peor: los abusos sexuales crecen, pero con ellos, el miedo a la denuncia.


“En los estudios de violencia y contexto está comprobado que en zonas donde hay crimen organizado y militares, las violaciones se triplican, porque la mujer se convierte en un botín, un intercambio. Donde hay extorsión, además de dinero, los criminales violan a las mujeres. Pero también en estos lugares, la denuncia es menor, porque una mujer puede ir a denunciar a un pariente agresor, pero cuando se trata de un militar o un delincuente el temor por la vida es muy grande”, dijo la especialista.

Fue precisamente la violación de las mujeres en las comunidades de Michoacán la que dio origen al levantamiento en armas de ciudadanos en varios municipios de Tierra Caliente, según denunció José Manuel Mireles Valverde, líder de las autodefensas de la entidad en julio del año pasado en un video.

El líder fue entrevistado por la Agencia SubVersiones; y el video, subido a la red social hace menos de un mes, acumula miles de vistas.

La entrevista dura 21 minutos, suficientes para que el médico denuncie el terror que viven los pueblos de Tierra Caliente. Narra cómo los Caballeros Templarios les exigían no sólo dinero por metro cuadrado de propiedad o por cada auto, sino hasta a sus esposas. Pero antes, a las hijas.

“El problema no estalló por los cobros de los gatilleros a ganaderos, carniceros o tortilleros, ellos subieron el costo y nunca perdieron. El problema de fondo fue cuando empezaron a llegar a tu casa y te decían: ‘me gusta mucho tu mujer, ahorita te la traigo. Pero mientras me bañas a tu niñas, porque esa sí se va a quedar conmigo varios días’. Y nunca te la regresaban, hasta que estaba embarazada. Ese fue el problema detonante de la situación en Tepalcatepec. Porque así como le llegaban a la gente pobre de los ranchos, así le llegaban a los ganaderos más ricos. Así empezó el movimiento”, denunció Mireles.

UN PAÍS SIN REGISTROS

En México no hay cifras claras de las mujeres que han sido violadas. Amnistía Internacional afirma que en 2012, 112 mil fueron violentadas. Imagen: Especial

Hace dos días, el Consejo de Mujeres y Niñas de la Casa Blanca presentó un informe donde detalló que de las 22 millones de mujeres que han sido violadas o padecido abuso sexual en Estados Unidas, una de cada cinco ocurrió en la universidad y la mayoría conocía a su agresor.

Cifras que son impactantes, dice María de la Luz, y que son producto de registros precisos.

Y aunque en México las cifras son más escandalosas, aún no se puede hablar de precisión, debido a la falta de registros claros sobre el tema de la violación sexual, donde en ocasiones ni siquiera se disgrega si los afectados son hombres o mujeres.

“Si bien se habla de 15 mil de forma oficial, hay una cifra negra. Según Amnistía Internacional (AI), en 2012 fueron violadas 112 mil mujeres, es decir, cada cuatro minutos hay una violación”, dijo.

Sin embargo, aunque las cifras son alarmantes, aún son acercamientos, datos que surgen de estimaciones, debido a la falta de interés de las autoridades mexicanas por cuantificar y medir el tamaño del problema.

“En violencia sexual, que incluye violación, abuso y otras formas, deberíamos tener un registro nacional ya completo de 2012 y 2013, pero no lo tenemos. El año pasado se volvió muy difícil obtener información, hay un ocultamiento”, dijo.

María de la Luz ejemplificó con el estado de Chihuahua, el segundo donde se denuncian más violaciones, después de Quintana Roo.

Según la experta, en 2011 se denunciaron 706 violaciones y 737 abusos sexuales, en 2012, la cifra se incrementó a 846 violaciones y 866 abusos, pero para 2013 hubo una caída de más de 50 por ciento para ambos delitos.

“El año pasado hay 219 denuncias por violación y 224 por abuso sexual. Nosotros no creemos que hayan bajado, más bien pasan dos cosas: las mujeres no están denunciando porque ven que no pasa nada, o bien, la autoridad está ocultando la información”, dijo.

Estrada Mendoza explicó que cuando una mujer denuncia, el nivel de riesgo se incrementa al grado de que puede ser asesinada.

“Si una mujer denuncia una violación, tiene el doble de probabilidades de ser agredida o asesinada, si no es atendida debidamente por la autoridad.

Pero el nivel de impunidad en el país también abona para incrementar la vulnerabilidad de una víctima.

Un informe de Amnistía Internacional reveló que sólo 18.8 por ciento de las denuncias por violación llegan a una sentencia condenatoria en el país.

“El nivel de impunidad hace que la situación crezca, sin que nadie haga nada”, dijo.
Agencias

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