México, D.F.- Para hacer visible el costo social en
México del tráfico ilegal de armas de Estados Unidos, así como del impacto que
tienen las exportaciones de armas desde el vecino del norte a países con graves
violaciones a los Derechos Humanos, Amnistía Internacional, el Movimiento por
la Paz con Justicia y Dignidad, Ogilvy México y el Museo Memoria y Tolerancia,
lanzaron la estrategia “Postea para la paz”.
"Postea por la paz" es una manifestación
digital que pide de una manera original y no violenta, a los gobiernos de
México y de Estados Unidos el control en el tráfico de armas, y busca que los
ciudadanos se involucren firmando una petición (disponible en el sitio
posteaporlapaz.com) para así poder abonar en el debate sobre el control de
armas en Estados Unidos, y para que el punto de vista de la sociedad también
sea escuchado por las autoridades.
En la presentación estuvieron además el poeta Javier
Sicilia y el académico del Colegio de México Sergio Aguayo, quienes apoyan la
idea de que al firmar con el hashtag o etiqueta #AdiósalasArmas en Twitter o
publicándolo en Facebook, las personas se unen al movimiento que culminará con
una “marcha virtual” el día 29 de abril. También se puede firmar la petición vía
correo electrónico.
La “marcha
virtual”, que podrá ser seguida en vivo en tiempo real a través de internet, estará
representada físicamente por un dirigible que volará, gracias a las firmas
digitales, desde el Museo Memoria y Tolerancia, atravesando Paseo de la Reforma
hasta el Ángel de la Independencia; a unos metros de la Embajada de Estados
Unidos, donde se hará entrega de las firmas digitales recabadas a un
representante del gobierno de esa nación así como a la Secretaría de
Gobernación.
Mediante la campaña "Postea por la paz", las
organizaciones y quienes participen en la campaña solicitarán al gobierno
mexicano un efectivo control de aduanas, así como a la administración del presidente
de Estados Unidos, Barack Obama, que se haga valer la prohibición existente
sobre la importación de rifles de asalto fabricados en el extranjero,
incluyendo las pistolas de mano FN Cinco-Siete y las nuevas pistolas tipo AK; expandir
el mandato de informar sobre la venta de armas de asalto vigente en los estados
fronterizos.
También mejorar el análisis de las pistas dejadas por
armas de fuego y otra información disponible, incluyendo armas identificadas en
demandas judiciales y en la Base de Datos de Armas Sospechosas (Suspect Gun
Database), ayudando así a identificar a los vendedores de armas de fuego que
abastecen a traficantes; así como firmar y ratificar el Tratado
internacional sobre el comercio de armas
que recientemente se aprobó en Naciones Unidas.
Estas acciones
están encaminadas a reducir el costo humano del descontrol en el comercio de
armas; las tres primeras, tendrían un impacto sobre la capacidad que tienen las
organizaciones criminales de adquirir este tipo de armamento y usarlo en México;
mientras que la firma y ratificación del Tratado internacional sobre el
comercio de armas dificultaría que las armas llegaran a otros países donde se
pudieran utilizar para cometer atrocidades.
Se calcula que cada día, entran a México unas dos mil
armas provenientes del principal productor y exportador de armas del mundo y
uno de los principales importadores: Estados Unidos de América. Estas armas son
un elemento que se constituye en componente clave de la violencia que se vive
hoy en México por dos razones: en el país vecino el control sobre la venta de
armas de asalto no es riguroso y en nuestras fronteras el armamento pasa
fácilmente. Ninguno de los gobiernos involucrados ha tratado el tema con la
energía y seriedad necesarias.
En Estados
Unidos, debido a su regulación se pueden adquirir armas de fuego con facilidad:
sin regulación y monitoreo estrictos. El problema aumenta al tener en cuenta
que de las más de 50 mil armerías del país, siete mil están en los cuatro
estados fronterizos con México.
Estás armas han
alimentado una violencia de una magnitud escandalosa: Más de 60 mil mexicanos y
mexicanas fueron asesinados durante la anterior administración y durante los
primeros meses de la presidencia de Enrique Peña Nieto, han sido asesinadas más
de cuatro mil personas.
Según la información disponible, la mayoría de ellas
fueron asesinadas con armas obtenidas en
Estados Unidos; ya que de acuerdo con el Departamento de Alcohol, Tabaco y
Armas de Fuego de los Estados Unidos, el 70 por ciento de las armas recuperadas
por las autoridades mexicanas en los últimos tres años son de origen
estadounidense.
A nivel global, cada año mueren más de 500 mil personas
víctimas de las armas de fuego en todo el mundo, muertes que se podrían reducir si se contase
con normas que regulasen el comercio de armas de forma efectiva evitando que
lleguen a manos de quienes las usan para cometer atrocidades, como gobiernos
dictatoriales, y evitando su desvío hacia organizaciones criminales.
En marzo de 2013 la ONU aprobó por primera vez un
Tratado que por vez primera regulará el comercio internacional de armas, una
vez que al menos 50 países lo hayan firmado y ratificado