Enredados... en las elecciones

*Panorama incierto

*Las mismas promesas

*Todo puede suceder

Este domingo saldrán a votar más de 29 millones en todo el país, poco más de dos millones en Chihuahua, para elegir a los nuevos alcaldes y regidores, síndicos y diputados, que habrán de representar a los ciudadanos durante los siguientes tres años.

El clima con que sea abre la votación este domingo no podía ser de menor desencanto y hasta inseguridad, en la mayor parte del país, luego de ver los últimos días como al menos cuatro candidatos y siete personas más relacionadas directamente con el proceso electoral, cayeron ante las balas del crimen organizado, que ahora también parece organiza elecciones. 


Algo pasa sin duda, cuando quienes prácticamente tienen en vilo a toda una nación también han votado ya desde antes de este domingo, eliminando a quienes no querían para las boletas, menos para un puesto público porque así conviene a sus intereses; además de imponer candidaturas y desplegar “observadores electorales” en al menos 20 municipios de Chihuahua.

La votación llegó pues para 14 estados con un panorama que muchos preveían incierto, negro, desolador, plagado de irregularidades y denuncias de compra y coacción del voto, intromisión de autoridades, participación obligada de maestros y empleados de gobiernos; apoyo de gobernadores a sus partidos y lo más delicado, institutos electorales débiles.

Y en Chihuahua los propios ciudadanos le agregan su perspectiva al sumar a la lista “el robo descarado de votos en casillas especiales o pocas boletas para que no voten, victoria por mucho anticipada y encuestas maquilladas para sugestión; robo de candidatos!; y el séptimo gasolinazo; aumento de salario a burócratas para que se convenzan y voten; activismo partidista de la esposa del Gober, anuncios del vivebús en plena campaña; la actriz Aracely Arámbula en spots del IEE donde se ostentan los colores verde, blanco y rojo que tuvieron que bajarse pero que nos costaron a todos 1 milloncejo de pesos, y un largo etcétera”.

Esa es la percepción de la mayoría sobre el proceso electoral de este año que concluye, al menos en participación ciudadana, con la jornada de hoy; aunque para algunos es simplemente “el día más importante de Chihuahua”, sin embargo, una respuesta generalizada, por lo menos en redes sociales, es que gane quien gane nada cambia. Hace tres años Marco Quezada prometió lo mismo que hoy prometía Javier Garfio por ejemplo, y seguramente en el 2007 hizo lo mismo el panista Carlos Borruel; cada tres años se escuchan las mismas promesas, los mismos compromisos, las mismas necesidades entonces. 

Lo irónico es que candidatos del mismo partido prometan cosas que funcionarios compañeros suyos, no han cumplido, pero ¿se puede enganchar, convencer, al ciudadano con la misma oferta? Sólo si le resulta provechosa.

Sin duda, muchos irán a las urnas buscando un beneficio propio, que irá desde una despensa hasta algo mayor, nunca se sabe. Pero en el fondo ¿habrá dado su voto a alguien en quien realmente cree? ¿Hay alguno de todos los candidatos digno de toda confianza? Nunca se sabrá.

Sea como fuere, las casillas están ya abiertas, lista la tinta y las urnas, es la hora del ciudadano de decidir, si entrar al juego o tomar la responsabilidad en las manos, por este o por aquel, o si se deja vencer por la apatía que le genera ese “más de lo mismo” y mejor se queda en casa a esperar los resultados, y saber quién gobernará durante los siguientes tres años, si habrá "ladrillos o canastas" como lo señaló un medio de comunicación, porque a pesar de las dichosas encuestas y de que prácticamente todo un aparato gubernamental se movió a favor de uno, en esta jornada, dicen los expertos,  todo puede suceder.