domingo, 28 de julio de 2013

"Narcisismo político y fracaso gubernamental", por Javier Corral Jurado

"En Chihuahua el dolor causado por la inseguridad lo hemos transformado en una oportunidad, por eso hasta nos está lloviendo"... "Somos un ejemplo a la nación de que sí se puede dar vuelta a la página y en esto los abogados son actores destacados en la sociedad"... "Me gustaría que se viera cuantas personas se están deteniendo, cuantas órdenes de aprehensión se han logrado, es verdad hay asesinatos, pero también hay muchos detenidos y eso tiene que ver con el ataque frontal a la impunidad”... "Hay presencia, hay autoridad, y los índices de inseguridad han bajado"... Bienvenidos al mundo feliz de César Duarte, el Gobernador de Chihuahua.

Así se empeña - con frases como las anteriores -,  en eludir la realidad y tratar de esconder el fracaso de su competencia directa en el combate a la inseguridad. Crea un mundo fantástico en el que la inseguridad se convierte en lluvia, luego de ahí los problemas no existen. Hay pólvora, pero está mojada. Por supuesto, él trajo la lluvia, si no de qué sirvió entonces la consagración de nuestro Estado al Sagrado Corazón de Jesús.

Duarte tiene a su alcance el presupuesto público para amplificar su voz, su presencia y reproducir cuantas veces quiera sus dichos en los medios de comunicación, pero lo que viven los chihuahuenses en una vasta zona del Estado no lo puede borrar, porque la zozobra, la angustia y el temor que se han apoderado de los habitantes de la Sierra de Chihuahua no es invento, sino fruto de la brutal violencia que los azota. El Gobernador puede seguir siendo el narciso de la política estatal, contemplando su rostro todos los días en las primeras planas de los periódicos, pero pronto el agua en el estanque circulará difuminando su figura porque alguien ha lanzado una piedra para sacarlo de ese embelesamiento propio.

La comunidad de Creel, en el municipio de Bocoyna ha decidido alzar la voz e interrumpir la auto-contemplación. Mas de mil pobladores tuvieron el valor de firmar una carta dirigida a Duarte y a su fiscal personal, Carlos Manuel Salas, para exigirles una respuesta seria e inmediata a las múltiples quejas que han presentado sobre la violencia e impunidad que se vive en ese municipio. Hace una semana, mediante una colaboración editorial, el Padre Jesuita Javier Avila, Presidente de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos, A.C, nos alertó a través del Diario de Chihuahua de su circulación en redes sociales, donde la carta ha sido íntegramente reproducida y en ningún otro medio más.

Reproduzco algunos de los párrafos de la misiva, aunque su contenido completo lo pueden encontrar en mi página de internet http://www.javiercorral.org : "...Entre la gente del Municipio de Bocoyna hay temor de hablar, como hay temor de escribir puesto que no vemos resultados claros y efectivos a las múltiples denuncias que más de una persona, una organización de derechos humanos, familias enteras han interpuesto luego de sufrir muertes, secuestros, asaltos, y han tenido como única respuesta otra muerte, otro secuestro, otro asalto en venganza a la búsqueda y urgencia de justicia que la sociedad sigue teniendo a flor de piel. Se desalienta la denuncia y se genera cada vez más desconfianza hacia las instituciones. Pareciera que en México nuestros derechos se han convertido en favores".

"Reprobamos cualquier muerte y vemos que no es el camino para acabar con el delito, pues ni la inseguridad ni las muertes disminuyen en nuestra región  a pesar de los datos que la prensa y los gobiernos presentan como reales. Para quienes desconocen la realidad, las estadísticas son definitivas y absolutas; para quienes vivimos la realidad, las estadísticas son simples indicadores pero no verdades absolutas. Y en nuestro Municipio seguimos padeciendo la inseguridad porque no se ven resultados claros frente al clima de delincuencia e inseguridad constante que vivimos hace más de 5 años.  Esto no es Cd. Juárez ni la Cd. de Chihuahua; en Tarahumara los medios no están tan presentes y la gente calla los constantes delitos que se padecen. De ahí los juicios equivocados sobre la disminución de la violencia. Aquí se padece a diario y sólo los habitantes la documentamos".


"No podemos vivir con entusiasmo en una región y en un Estado tan golpeado como el de ahora. De hora en hora uno espera las noticias. No podemos evitar leer los periódicos, ver la televisión, escuchar la radio, y no sentirnos oprimidos por la preocupación sobre el destino de parientes cercanos y amigos. No se puede callar, no se pueden cerrar los ojos, no se puede voltear la cabeza y fingir no ver. Vivimos entre el horror y la desesperanza, sin que nadie del Estado pueda parar tanta ignominia, tanta ola criminal, tanta muerte violenta, mientras se grita a los cuatro vientos que ha bajado la ola del delito. El monstruo sigue creciendo, no se ven respuestas efectivas de las autoridades,  y amigos queridísimos, vecinos, parientes y demás ciudadanos siguen cayendo. El pueblo rarámuri sigue agredido y lastimado y no son las Cruzadas ni las despensas las que les regresarán lo robado: la verdad, la justicia, la seguridad, sus derechos. Pequeñas en edad escolar son agredidas y violadas sin ninguna esperanza de justicia y atención, etc.".

En su vano intento por sobreponer a la realidad del Estado su "ejemplo ante la Nación", la respuesta del Gobernador Duarte fue patética, sobre todo ante una exigencia tan sentida. No acusó recibo de la carta, sino de las aviesas intenciones de los manifestantes: "A mí lo que no me parece prudente es que se politice el tema de la inseguridad, que, si bien hoy aún tenemos problemas, revisemos lo que pasaba hace 3 años. Hace tres años era lo que hoy nos sacudió la noticia en el estado de Michoacán, que nos lastima mucho, era lo que teníamos a diario en el estado de Chihuahua, y hace mucho afortunadamente no llegamos a esos índices".

A veces es difícil entender el lenguaje de Duarte, pedante, con frases ininteligibles, pero algo se saca de ello: "No pueden decir que no hay ausencia, recordemos que no hace mucho hubo enfrentamientos. No se puede decir que no se está haciendo nada, me parece que hay una natural y entendible actitud por las cosas que han estado sucediendo en el país, y en Creel que no ha sido exento, pero se sigue trabajando duro, los resultados ahí están. He estado en Creel, he estado permanentemente, he estado visitando, sé lo que sucede, pero insisto, si se politiza, es muy difícil darle gusto a un interés político".

Para el Gobernador la mínima crítica tiene como propósito desestabilizar al gobierno, y una exigencia como la de los pobladores de Creel, es un intento de politización que no merece ser atendido, como si las voces de desesperación y clamor no fueran de chihuahuenses a los que tiene obligación de atender y dar respuesta puntual. Pero además, esos mismos pobladores nombraron a un sacerdote católico - de la misma religión que el Gobernador -,  al jesuita Javier Avila y a la autoridad seccional del poblado, Salvador Bustillos, como representantes "para que sean ellos los contactos para recibir cualquier respuesta de las autoridades". Ninguna han obtenido de manera formal, ni el acuse de recibida la carta, sólo descalificaciones en respuestas a medios. La interlocución de Duarte es fundamentalmente con el Sagrado Corazón de Jesús y con los Obispos, partícularmente con el Arzobispo de Chihuahua Constancio Miranda, pero de quien no sabemos si tenga interés en interceder en favor del pueblo de Creel y de otros municipios del Estado.

Porque de un tiempo a la fecha, la zona serrana se ha convertido en una zona de incubación de grupos delincuenciales que ha rebasado, sin duda alguna, a las autoridades locales, y en no pocas ocasiones cuentan con su complicidad.  En mayo, el gobierno de España actualizó su alerta de viaje a México en la que calificó de especial peligrosidad la zona mejor conocida como el Triángulo Dorado que incluye a municipios como Guadalupe y Calvo, Batopilas, Guazapares y Morelos.

Tan solo el 12 de junio, mismo día en que envíe una carta al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para alertar sobre la situación de violencia, fue localizado en la sierra de Chihuahua, el cuerpo de Jaime Orozco Madrigal, candidato del PRI a la alcaldía de Guadalupe y Calvo.

Esta situación a su vez ha provocado crisis en sectores como el de Salud, pues el 10 de junio se dio a conocer que al menos 40 médicos e igual número de enfermeras abandonaron sus consultorios en 19 municipios serranos por temor a ser secuestrados o asesinados por grupos del crimen organizado. Otra vez Duarte minimizó las denuncias: “No es una generalidad en lo mínimo, yo respeto mucho a los médicos y a su condición, pero les pido a los médicos que denuncien”.

Luego de la muerte del candidato Jaime Orozco, el director del Hospital de Guadalupe y Calvo, Héctor Alarcón Herrera, fue también privado de su libertad por un comando armado que horas después lo liberó, de acuerdo a información también de El Diario de Chihuahua, sin embargo, la Fiscalía General del Estado difundió un comunicado en el que sostuvo que el doctor fue víctima de un “secuestro virtual”, versión que después César Duarte cambiaría para asegurar que se trató de un montaje del propio médico para llamar la atención de autoridades para atender un conflicto interno por el que atravesaba su hospital.

De acuerdo al reporte de Incidencia Delictiva 2013 presentado por el Observatorio Ciudadano de Prevención, Seguridad y Justicia de Chihuahua A.C, en el período comprendido entre el 15 y 20 de mayo de este año, el municipio mencionado tiene un índice de homicidios dolosos de 164.0 por cada cien mil habitantes.

El 26 de junio una familia compuesta por cinco integrantes fue asesinada en el municipio de Guadalupe y Calvo. A penas el 14 de julio la revista Proceso reportaba que este municipio había vivido cinco días consecutivos de violencia en donde grupos delictivos habían incinerado vehículos y personas, y reportaba que el 12 de julio, cinco personas fueron asesinadas en el poblado Puerto de Yerbitas.

Para salir al paso de su fracaso en lo que fue la principal oferta de su campaña y luego de su discurso de toma de protesta - ofreció solucionar la inseguridad en un año -, el Gobernador de Chihuahua está teniendo un doble manejo frente al problema de la delincuencia en nuestro Estado. Por un lado se apropia en exclusiva de los esfuerzos gubernamentales, policiacos, militares, sociales y judiciales que disminuyeron los hechos violentos de alto impacto en Ciudad Juárez y la capital del Estado, y cierra los ojos, culpando a la maledicencia, ante lo que ocurre en la zona serrana chihuahuense. Pretende ocultar un hecho indiscutible: la violencia y los crímenes de las mafias delincuenciales se trasladó a la Sierra de Chihuahua. El periódico Reforma documentó el martes pasado la "Ola criminal en la Tarahumara".

Tiene montada una absurda campaña mediática para trasladar afuera del Estado una imagen de éxito que los Chihuahuenses no reconocemos como existente. En ello se enmarca el grotesco reconocimiento que la Confederación de Colegios y Asociaciones de Abogados de México (Concaam), le otorgó de manos de su Presidente, Vicente Hernández Barrios. El mérito de la presea que le fue impuesta descansa en una frase sin comedimiento: "por sus significativos logros y avances de su administración en materia de seguridad, procuración y administración de justicia".  Mientras Duarte recibía el premio y se ponía como ejemplo en el país, afuera del recinto hubo un plantón de abogados, en protesta por el esclarecimiento del asesinato de más de cien colegas, entre ellos 4 catedráticos de la UACH y un juez. El representante del grupo, David Óscar Castrejón Rivas, un valiente abogado, intentó entrar solicitando una audiencia con el gobernador, pero un guardia con arma larga le impidió acceder.

El encuentro de abogados que concluyó este sábado 27 de junio coincidió en su clausura con la penosa noticia de otro secuestro el del Licenciado Alonso González Nuñez, quien fuera Director del Instituto de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua, y actualmente funge como catedrático de la misma Universidad y desempeña funciones de docente en el Cobach 2.

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