martes, 1 de octubre de 2013

A río revuelto... (El caso Bozzo-Aristegui)

Por: Aída María Holguín Baeza.

Dice una vieja y conocida frase que “a río revuelto, ganancia de pescadores”.  Eso significa que cuando hay situaciones difíciles, confusas o de desgracia, habrá quien quiera beneficiarse de ellas.

“Ingrid” y “Manuel” dejaron -literalmente- el río revuelto, y no faltó quien quisiera aprovecharse de tan lamentable situación. Particularmente, una "pescadora" peruana.

No es la primera vez que Laura Cecilia Bozzo Rotondo -mejor conocida como la Señorita Laura- hace montajes y/o se aprovecha de las tragedias de los mexicanos.  Desde que llegó a México, ha usado -con la ayuda de del duopolio televisivo- las desgracias que día a día viven muchos mexicanos.  Pero ella quería más, y lo intentó hasta el punto de casi lograrlo -de no ser porque otra vez se le cayó su teatrito-.

Respaldada en un reportaje de Marcela Turati (periodista chihuahuense reconocida a nivel internacional, y actual reportera de la Revista Proceso); la también reconocida periodista Carmen Aristegui, informó del uso de recursos públicos del Estado de México con los que Laura Bozzo armó otro de sus casos: “ayudar” a los damnificados en Coyuca de Benítez, Gro.

Al ser descubierto el burdo montaje de la Señorita Laura, ésta no tardó en querer defenderse.  En primera instancia, lo hizo a través de una transmisión de televisión en vivo muy a su estilo: vulgar, ridículo, e irrespetuoso.  Al final de su patética defensa, retó a Carmen Artistegui a ir a Coyuca de Benítez para ver cuál de las dos era más reconocida.  Como era de esperarse, Aristegui se negó a caer en tan absurdo juego.

No que descartar la posibilidad de que en Coyuca de Benítez -y en muchos otros lugares- conozcan y “quieran” más a la Señorita Laura que a Carmen Aristegui; pero eso -bajo ninguna circunstancia-, puede ser motivo de orgullo; al contrario, es motivo de vergüenza.

Afortunadamente, también hay un amplio sector de la sociedad mexicana que sabe conocer -y reconocer- el lugar que a cada quien le corresponde.  Es así, como el “El caso Bozzo-Aristegui”, se convirtió en un tema de interés y participación ciudadana masiva.  Poco a poco se le fueron poniendo los puntos -y los acentos- a las íes.

Es importante aclarar que Carmen Aristegui no me agrada del todo; sin embargo, no hay ni un solo punto de comparación entre ella y Laura Bozzo. 

Hoy en día, el Internet y las Redes Sociales tienen una fuerte incidencia en los asuntos de interés público.  “El caso Bozzo-Aristegui”, es la más reciente muestra de ello: Laura Bozzo dejó -temporalmente- de interactuar a través de Twitter.  Según ella, porque prefería enfrentar cara los “ataques” en su contra.  La realidad, es que no pudo lidiar con los señalamientos de miles de mexicanos que sí saben diferenciar las peras de las manzanas.

Entre algunas otras cosas que han sucedido en el mundo del Internet -respecto a este caso-, está una petición que se lanzó a través de la plataforma Change.org, para que Televisa despida a Laura Bozzo por considerar que su programa es un espectáculo corriente y empobrecedor.  Al momento de concluir este artículo, la petición contaba con más de 138 mil firmas -incluyendo la mía-.

En lo particular, considero que su despido de Televisa solo solucionaría el problema de forma, pero no de fondo. Esto, porque no faltará algún otro medio de México que vea en ella las mismas “cualidades” que es su momento le vio TVAzteca, y luego Televisa.

El fondo del problema, solo se podrá solucionar cuando haya una verdadera regulación de contenidos en los medios de comunicación, pero esa es otra historia.  Una historia que no le conviene a los que gustan de pescar en río revuelto.

Lo interesante y rescatable de todo este asunto, es que con -o sin- regulación de los contenidos en radio y televisión, cada vez son más los mexicanos que buscan -y encuentran- medios alternativos de información y participación; lo cual, poco a poco ha permitido que los pescadores sean los pescados.  Si no lo creen, pregúntenle a la Señorita Laura... y ¡que se vaya la desgraciada!

Concluyo con una reflexión del escritor estadounidense, Washington Irving: "Las pequeñas mentes están domesticadas y subyugadas por la desgracia; en cambio las grandes, se sobreponen a ella.”

Correo: laecita@gmail.com
Artículos anteriores: laecita.wordpress.com

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