domingo, 28 de abril de 2013

En una sola voz, periodistas en los estados dicen ¡basta! a ataques y amenazas


Ciudad de México.- Con manifestaciones y marchas, varios estados del país se sumaron simultáneamente este domingo 28 de abril a la exigencia de justicia para periodistas asesinados y desaparecidos, además de garantías para ejercer el oficio, en el primer aniversario luctuoso de la corresponsal de Proceso, Regina Martínez.

Los colectivos participaron en la “Jornada por el periodismo”, convocada por una veintena de organizaciones, y realizaron marchas y protestas a la misma hora en plazas o lugares públicos.







En Chihuahua

Con un tendedero fotográfico y de semblanzas de periodistas asesinados en Chihuahua colocados frente al Palacio de Gobierno, el gremio periodístico participó en la “Jornada por el periodismo”.

Los periodistas de Ciudad Juárez se manifestaron a través de un video, donde recuerdan el horror que han vivido en esa frontera y exigen garantías para ejercer, no sólo seguridad física sino laboral y gubernamental.





En la capital, un grupo pequeño de periodistas acompañado por organizaciones civiles y otros ciudadanos que apoyaron la manifestación, se unió al reclamo de justicia para Regina y para los otros 19 colegas asesinados en Chihuahua entre el 2000 y el 2013.

“Sin duda la violencia derivada de la lucha contra el narcotráfico cambió la manera de ejercer el periodismo. Nos cimbró. Nos vimos obligados a enfrentar escenas terroríficas, una tras otra y respondimos, hemos dado cobertura.

La situación paralizó a unos, replegó a otros en jugosos convenios de publicidad, indignó y alertó a otros, pero sobre todo evidenció la historia y cultura perversa del periodismo y su manera de relacionarse con el poder”, señalaron periodistas en un pronunciamiento público.




Exigieron mayores garantías para ejercer, no sólo de seguridad, sino laborales, así como transparencia y regulación en la publicidad oficial.

“Hemos perdido amigos, compañeros periodistas y fotógrafos, y hasta ahora no sabemos por qué. En el estado de Veracruz han asesinado al mayor número de periodistas en los  últimos años. Nos parece lejana su realidad, pero somos parte de una misma cultura, de una misma historia”, señalaron.

En Juárez, el caso emblemático del periodista Armando Rodríguez El Choco inicia el video en el que los periodistas juarenses advierten que en el país los periodistas están bajo acecho.

“No podemos quedarnos callados porque con esto damos sentido a nuestra profesión”, señalan en el video.



Hacen énfasis en la indefensión en la que los periodistas trabajan en el país, porque las autoridades han sido incapaces de prevenir y aclarar los casos de homicidio y agresiones.

“Con el caso de El Choco advertimos la situación de vulnerabilidad en la que estamos”.

Reiteran que la impunidad es el contexto perfecto para que las agresiones continúen, no sólo contra los periodistas sino contra la ciudadanía que ve violado su derecho a ser informado.

Los periodistas juarenses expresan: “Estoy hasta la madre”, “vamos a seguir haciendo nuestro trabajo”, “no existen garantías”, “las autoridades no nos garantizan seguridad”, “es  momento de denunciar el otro rostro de la represión, de funcionarios gobernantes”, “si no hay seguridad para ciudadanos no va a haber para los periodistas”, “exigimos justicia para los compañeros que ya no están”, “que el derecho a ejercer se haga válido” “están en deuda para con nosotros”, “este día yo decidí alzar mi voz porque necesito garantías para trabajar”

En el estado de Chihuahua, además de los 19 periodistas asesinados, seis permanecen exiliados, obligados por la situación de violencia o represión.

En Morelos

En Jojutla, desde este sábado inició en redes sociales una campaña con carteles con la leyenda “no + periodistas silenciados”.

Hoy domingo se reunió en la plaza Emiliano Zapata, en el centro de esa localidad -simultáneamente con la capital- otro grupo de reporteros, camarógrafos y fotógrafos.

Guardaron un minuto de silencio por los periodistas muertos en el sexenio de Felipe Calderón, y los que han caído en el gobierno del priista Enrique Peña Nieto.



Los inconformes exigieron al gobierno federal avanzar en las investigaciones del homicidio cometido contra el fotoperiodista del diario Vanguardia, Daniel Martínez.

También hicieron un minuto de aplausos en reconocimiento a la labor desarrollada por los periodistas asesinados.

Durante el sexenio de Marco Adame Castillo fue asesinado el reportero René Orta y, hasta la fecha, la Fiscalía morelense no ha indicado si su muerte tuvo que ver con sus actividades periodísticas.

Las amenazas contra reporteros que cubren muertes violentas crecieron al grado que varios de ellos tuvieron que salir  del estado. Otros siguen trabajando, pero con medidas cautelares.

De enero a la fecha, el Mecanismo de Protección a Periodistas del Estado de Morelos sólo ha atendido tres casos de agresiones que no han sido graves.

En Chiapas

En las ciudades de Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas, periodistas denunciaron que el Estado “no ha respondido a su obligación de garantizar la libertad de expresión”.

“Lo que hemos obtenido en materia de libertades nos lo hemos ganado a pulso y muchas a veces a un costo tan alto como la muerte de nuestros compañeros. No tenemos nada que agradecer al gobierno y a las instituciones del Estado. Si por ellos fuera, estaría aún más coartada la libertad de expresión”, señaló Isaín Mandujano, reportero de la revista Proceso.

Concentrados bajo la Estatua a la Libertad, las y los periodistas recordaron a Regina Martínez.



Candelaria Rodríguez, compañera de Regina durante los inicios de su vida profesional, recordó que un grupo de mujeres periodistas procedentes de Veracruz llegó a Chiapas, entre ellas Martínez, quien después regresó a su estado natal.

“Regina fue desde sus inicios y hasta su muerte el 28 de abril de 2012, una luchadora social. Su muerte nos pega muy fuerte porque nosotros que la conocimos sabemos que no fue por motivos pasionales. Ella pagó con su vida el hablar y escribir sobre lo que pasaba en Veracruz”.

Gabriela Coutiño, periodista Chiapaneca, reconoció que en México, “como nunca antes se han presentado las muertes de nuestros compañeros y compañeras. Si la libertad de prensa es imprescindible para la democracia en nuestro país,  entonces ahora como nunca esa libertad está vulnerada”.

“No contamos con medios de comunicación efectivos, nosotras y nosotros los periodistas vivimos la censura que ejercen los grupos de poder, entre ellos los del Estado (…)  En Chiapas el termómetro de la democracia está funcionando de manera regular. En Chiapas todos debemos estar alertas y unidos. La libertad de prensa es una manga ancha que nunca debemos permitir que se estreche”, dijo.

Las y los periodistas congregados en Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal, sostuvieron que las condiciones laborales que viven en este estado y en otros de México “son terribles. Quienes se llenan las bolsas son los dueños de los medios de comunicación, que venden al mejor postor su línea editorial, agraviando a los periodistas y el derecho a saber de la sociedad.

“Las y los periodistas de Chiapas nos sumamos a la demanda para que se esclarezca el crimen de Regina y de los más de 80 periodistas muertos en México que se castigue a los responsables”, expresaron.

Demandaron “que nunca más vuelva a haber crímenes como el de Regina, y que nunca más se tenga que dar el exilio, que nunca más exista la desaparición de compañeros y compañeras porque la desaparición es peor que la muerte”.

En Tabasco

Alrededor de 50 estudiantes de la licenciatura en Comunicación de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) marcharon en Villahermosa para exigir justicia a un año del asesinato de Regina Martínez, corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, y mejores leyes para proteger a periodistas.

Los jóvenes universitarios, con cintas adhesivas en la boca con leyendas de “libertad” y “SOS”, y pancartas de repudio al homicidio de Regina, marcharon desde la Plaza de Armas hasta el parque Tomás Garrido Canabal, donde exigieron que no queden impunes los asesinatos, desapariciones, secuestros y agresiones a periodistas y medios de comunicación.

Mencionaron que tan sólo el año pasado 127 comunicadores fueron asesinados o secuestrados, entre ellos, Regina Martínez.

Itzel Adriana Meléndez, estudiante del cuarto semestre de  Comunicación, informó que la marcha de sus compañeros de carrera fue para exigir que los verdaderos culpables del homicidio de Regina sean llevados ante la justicia y no “chivos expiatorios”, así como de otros reporteros asesinados o desaparecidos.

“Durante los primeros meses de este año al menos un periodista fue asesinado, otro está desaparecido, cuatro medios de comunicación fueron atacados y una organización dedicada a la defensa de los periodistas fue amenazada”, manifestó.

Dijo que cada día se suman denuncias de periodistas que son perseguidos judicialmente por difamación o presunto daño moral, además de ser agredidos por policías, acosados por el crimen organizado e incluso despedidos por no seguir la línea oficial.

También son criminalizados por funcionarios, lo que los obliga a salir de sus estados o del país ante esta inseguridad en el ejercicio de su labor periodística.

Destacó que para ellos, como estudiantes de periodismo, es fundamental demostrar su solidaridad con los comunicadores de  Tabasco y del país, tanto por los riesgos de la profesión como por las deplorables condiciones laborales con las que realizan su trabajo.

En Colima

Con un acto simbólico realizado frente al Palacio de Gobierno, un grupo de reporteros, profesores de periodismo y representantes de organizaciones de derechos humanos se sumó esta mañana a la Jornada Nacional Contra Agresiones a Periodistas, con el reclamo de garantías para el ejercicio de la libertad de expresión y de acabar con la impunidad en los casos de ataques contra los trabajadores de los medios de comunicación.

Portando pancartas en las que exigieron el cese de la violencia con frases como “Informar no debe costar la vida” y “Justicia para los periodistas asesinados”, los manifestantes formaron una cruz con veladoras encendidas frente al portón del Palacio de Gobierno, que permaneció cerrado mientras los guardias de seguridad vigilaban el desarrollo de la protesta.

Juan Ramón Negrete Jiménez, representante de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (Fapermex) en la región occidente, recordó que este día se cumplió el primer aniversario del asesinato de la periodista Regina Martínez Pérez, y demandó el total esclarecimiento del homicidio y el castigo a los responsables, “que no tengan encerrado a un chivo expiatorio al cual le están cargando todo con el único fin de decir que ya lo resolvieron; queremos que realmente paguen por el asesinato quienes cometieron esa atrocidad”.

Recordó que en los últimos 12 años 114 trabajadores de los medios de comunicación y nueve familiares o amigos han sido asesinados, además de 20 casos de desaparición forzada de informadores, que no han sido investigados para la localización de las víctimas.

Negrete Jiménez condenó los recientes asesinatos del fotoperiodista Daniel Jiménez, del periódico Vanguardia, de Coahuila, y de Alonso de la Colina Sordo, exconductor de TV Azteca Guerrero, así como el ataque contra las instalaciones del periódico Mural, de Guadalajara, y las amenazas de funcionarios del gobierno de Veracruz contra Jorge Carrasco Araizaga, reportero de Proceso.

El representante de la Fapermex señaló que no pueden pasarse por alto los asesinatos que han ocurrido en el país, por lo que “los periodistas libres tenemos que alzar la voz y demandar a los gobiernos federal, estatales y municipales un ¡ya basta, ya no queremos más periodistas muertos!”

Añadió: “Nosotros somos únicamente los intermediarios entre la sociedad y las administraciones, no se trata de que acaben con el mensajero, los invitamos a que salgan y combatan a quienes están matando periodistas, no es posible que por el único hecho de estar difundiendo lo que sucede nos agredan, nos desaparezcan o levanten y nadie haga nada”.

En otras intervenciones, se señaló que si bien en Colima no se han presentado casos de asesinatos de periodistas, la movilización y la protesta fue realizada en solidaridad con los gremios de otras entidades del país y con la exigencia de que las autoridades de Colima garanticen la seguridad del ejercicio periodístico, pues en esta entidad han ocurrido agresiones físicas, amenazas y censura indirecta a través de la asignación arbitraria de la publicidad gubernamental.

“Las violaciones a la libertad de expresión no sólo ocurren cuando hay asesinatos y desapariciones, sino también cuando se carece de condiciones favorables para el ejercicio informativo y aunque en Colima han existido algunos avances desde el punto de vista legal, las autoridades no han mostrado en los hechos voluntad política para respetar la libertad de expresión”, dijo uno de los reporteros presentes.

En entrevista posterior, Mario Alberto Solís Espinosa, presidente de la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Colima (Pecic), se pronunció a favor de que se investiguen correctamente los crímenes cometidos contra periodistas y que por el otro lado se garantice cabalmente la libertad del ejercicio periodístico a través de medidas especiales o respetando lo que marcan las legislaciones respectivas en la materia.

“Es importante que alcemos la voz los periodistas, que estemos organizados en casos de agresiones —que ojalá no se presenten en Colima, ya ha habido algunas— podamos tener la suficiente capacidad de responder y en la medida de lo posible evitarlas”, concluyó.

Por su parte, Efraín Naranjo Cortés, presidente del Comité de Derechos Humanos no Gubernamental, expresó su solidaridad hacia el gremio periodístico colimense y ofreció su apoyo en los casos que se requiera recurrir al sistema de protección a periodistas y defensores de derechos humanos en el país.

En Oaxaca

Con el pase de lista de los periodistas asesinados y desaparecidos, así como una marcha y la colocación de una ofrenda floral en la puerta principal del Palacio de Gobierno, un centenar de periodistas de Oaxaca se sumó a la jornada nacional por la libertad de expresión y contra la impunidad en el país.

“¡Regina Martínez!”, fue la primera en ser nombrada y el coro fue unánime: “Presente”.

Antes de salir en marcha del templo de Santo Domingo al Palacio de Gobierno, Said Hernández, reportero de la revista Tucán, leyó una carta dirigida al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en la cual hizo un recuento de las agresiones en contra de los comunicadores de Oaxaca.



A este contingente se sumó el sacerdote italiano Tonio Dell’Olio, responsable del sector internacional de la asociación Libera, que agrupa a mil 600 organizaciones en Europa y consejeros ciudadanos de la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.

En la concentración se dio a conocer que en los últimos 28 meses se han cometido más de 40 agresiones contra comunicadores de Oaxaca debidamente documentadas y que siguen en la impunidad o lo que es peor, las autoridades judiciales prefieren reclasificar delitos para que salgan libres algunos de los autores materiales.

A un año del asesinato Regina Martínez, la cita fue a las 12:00 horas frente al templo de Santo Domingo donde los reporteros, fotógrafos y camarógrafos colocaron sus herramientas de trabajo en el piso en señal de protesta por las constantes agresiones.

Los participantes en la marcha se colocaron moños negros en señal de luto y cubrebocas con una serie de consignas como “periodismo enlutado”, “grito silenciado” y “no más sangre”.

Tonio Dell’Olio, representante de la organización italiana Libera, respaldó la protesta de los reporteros al manifestar que desde Italia se trabaja en un proyecto llamado “México por la paz” en la cual a través cartas y artículos en los medios de comunicación, piden al gobierno federal que encabeza Enrique Peña Nieto, frenar la agresión que viven los periodistas.

Con veladoras y un arreglo floral partió la marcha silenciosa por el andador turístico pero al llegar a la puerta del Palacio de Gobierno se colocó la ofrenda y periodistas como Gildardo Mota, Soledad Jarquín, Patricia Briseño, Jorge Pérez y Francisco Ramos, demandaron a los tres niveles de gobierno y poderes fácticos respeto y garantías para el trabajo periodístico.



De igual forma pidieron a las autoridades encargadas de administrar e impartir justicia el esclarecimiento de todas las agresiones porque delito que no se castiga, se repite.

Sin siglas de organizaciones, los trabajadores de diversos medios de comunicación escritos, electrónicos y digitales realizaron la marcha-protesta para demandar un alto a las agresiones en contra de reporteros y fotógrafos.
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