martes, 22 de abril de 2014

Defender Internet y el derecho a comunicarnos.

Por: Aída María Holguín Baeza.

En el año 2011, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) -en conjunto con otros organismos internacionales- declaró que el acceso a Internet también un Derecho Humano, y exhortó a todos los gobiernos a garantizar el acceso a Internet a sus ciudadanos, además de reprobar que los Estados filtren o bloqueen contenidos de la red; por lo que todos aquellos países -miembros de la ONU- que dicen actuar apegados a Derecho, están sujetos a considerar siempre los Derechos Humanos (DH) como factor indispensable al momento de legislar.

Al hacer esta Declaración, se resaltó el hecho de que Internet “no sólo permite a los individuos ejercer su derecho de opinión y expresión, sino que también forma parte de sus derechos humanos y promueve el acceso de la sociedad en su conjunto”, acceso que “debe mantenerse especialmente en momentos políticos clave como elecciones, tiempos de intranquilidad social o aniversarios históricos y políticos”. 

Si bien es cierto que México ha tenido una serie de reformas constitucionales que inciden en materia de DH, también es cierto que en la práctica no ha habido grandes avances. Con la primera reforma constitucional -hecha en la administración de Peña Nieto en 2013-, se incluyeron elementos necesarios en materia de telecomunicaciones que atienden a lo establecido por la ONU y algunos Tratados Internacionales.

Esa Reforma, fue aplaudida por propios y extraños -incluyendo a una servidora- porque en ella se observaba la “buena” voluntad del ejecutivo para “agarrar al toro por los cuernos” de una vez por todas. 

¿Y cuál es el problema entonces? -se preguntarán algunos lectores-. El problema radica en las leyes secundarias; es decir, en el instrumento legal que norma a detalle los contenidos de la Carta Magna.  En el caso de la iniciativa de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTyR) presentada por el presidente Peña, ésta contiene una serie de disposiciones que contradicen a la reciente reforma impulsada por él mismo. 

Sin considerar las contradicciones relacionadas específicamente con la televisión y la radio; las contradicciones en torno al Internet y la telefonía; no solo serían inconstitucionales, sino que violarían acuerdos y tratados internacionales en materia de Derechos Humanos; y por supuesto, a la mismísima Declaración Universal de los Derechos Humanos

De aprobarse la iniciativa presentada por Peña Nieto, México se ubicaría al nivel de países como China, Egipto, Rusia, Turquía y Venezuela; en los que justificándose como asuntos de seguridad pública o nacional, ponen filtros y bloqueos a las telecomunicaciones.

Por ejemplo: El Artículo 145, Fracción III de dicha iniciativa, establece que “Los concesionarios y autorizados que presten servicio de acceso a Internet […] podrán bloquear el acceso a determinados contenidos, aplicaciones, servicios a petición expresa del usuario, cuando medie orden de autoridad o sean contrarios a alguna normatividad.”

Dicho en lenguaje terrenal: ¡Adiós a la libre expresión! Los usuarios de internet que tengan un medio de comunicación, blogs, facebook, twitter, etc., en los que publiquen informaciones incómodas para la autoridad, serán censurados.

El Artículo 191 dice que: “[…] los concesionarios de telecomunicaciones y, en su caso, los autorizados deberán aportar la localización geográfica en tiempo real de cualquier dispositivo de comunicación, así como el control y ejecución de la intervención de comunicaciones privadas […]”

Lo anterior, significa que usted -sí, usted estimado lector-, podrá ser localizado a través su celular, tablet, computadora, etc., sin que haya de por medio una denuncia o indicio de algún delito. Solo basta con que la autoridad federal o estatal - incluidos funcionarios menores- argumenten tareas de inteligencia o motivos de seguridad pública o nacional, para que usted sea localizado. 

Un tercer y último ejemplo, es el Artículo 197, Fracción VII; en el cual se establece que se pueden “bloquear, inhibir o anular de manera temporal las señales de comunicación en eventos y lugares críticos para la seguridad pública y nacional […]”

Lo cual, implica que si usted está participando, o le toca estar cerca de en una manifestación social (boicots o desestabilizadores del Estado -diría el Gobernador de Chihuahua, César Duarte-), se quedará sin señal de internet y celular. 

Por todo eso -y mucho más- es importante defender nuestros Derechos y entender que el respeto y defensa de los derechos humanos es tarea de todos y cada uno de nosotros.

Finalizo en esta ocasión, con lo dicho alguna vez por el escritor, político y periodista peruano, Mario Vargas Llosa: “Todas las dictaduras, de derechas y de izquierdas, practican la censura y usan el chantaje, la intimidación o el soborno para controlar el flujo de información. Se puede medir la salud democrática de un país evaluando la diversidad de opiniones, la libertad de expresión y el espíritu crítico de sus diversos medios de comunicación.”

Correo: laecita@gmail.com
Artículos anteriores: laecita.wordpress.com

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